La Brilladora
Wednesday, December 03, 2008
Sunday, November 23, 2008
Someday...
Someday after mastering winds, waves, tides and gravity, we shall harness the energies of love, and then, for the second time in the history of the world, man will discover fire.
Teilhard de Chardin
Teilhard de Chardin
Wednesday, November 05, 2008
The Current State of Affairs 4
"The American people have spoken, and they have spoken clearly." John McCain, Concession Speech in Phoenix, Nov. 4.
Monday, October 20, 2008
Friday, September 26, 2008
Bailout and Crash?
Sobre la crisis financiera actual, click para leer el articulo de T. Egan: "Crash".
Wednesday, September 24, 2008
Monday, August 18, 2008
Wednesday, July 16, 2008
Pais de Leguleyos y el Color del Gato
Qué si los helicópteros que rescataron a Ingrid llevaban insignias de la Cruz Roja, qué si tenían el logo de una ONG falsa, y que cómo así que los reporteros eran falsos?
Ahora resulta que como era de esperarse de un país de leguleyos, se cuestiona la legalidad de la Operación Jaque porque se “abusó del emblema” y se engañaron a los guerrilleros de las Farc. Por favor! Que querían, que entraran los del ejercito con uniforme y full insignias, tirando bengalas y anunciando por altoparlante que por favor suéltenlos? Para cualquier organización humanitaria, el hecho que se haya logrado salvar 15 vidas sin un solo disparo, es un logro inmenso que debe superar la minucia ridícula de que se haga utilizando su nombre o no. Si hacer este tipo de operaciones resulta ilegal, que se desmantelen los cuerpos de policía secretas del mundo entero porque tienen que utilizar todo tipo de insignia y disfraz diariamente.
No será que los suizos más bien quieren una pequeña distracción de los “buenos oficios” de Msr. Gontard? Será coincidencia? Hhhmmm....
Al final, como diría Deng Xioping: “No importa el color del helicóptero, lo importante es que salve rehenes”.
Ahora resulta que como era de esperarse de un país de leguleyos, se cuestiona la legalidad de la Operación Jaque porque se “abusó del emblema” y se engañaron a los guerrilleros de las Farc. Por favor! Que querían, que entraran los del ejercito con uniforme y full insignias, tirando bengalas y anunciando por altoparlante que por favor suéltenlos? Para cualquier organización humanitaria, el hecho que se haya logrado salvar 15 vidas sin un solo disparo, es un logro inmenso que debe superar la minucia ridícula de que se haga utilizando su nombre o no. Si hacer este tipo de operaciones resulta ilegal, que se desmantelen los cuerpos de policía secretas del mundo entero porque tienen que utilizar todo tipo de insignia y disfraz diariamente.
No será que los suizos más bien quieren una pequeña distracción de los “buenos oficios” de Msr. Gontard? Será coincidencia? Hhhmmm....
Al final, como diría Deng Xioping: “No importa el color del helicóptero, lo importante es que salve rehenes”.
Wednesday, July 09, 2008
Thursday, July 03, 2008
Uribe: 3, Chavez: 0, o la historia de otra “operación impecable”
Se demostró que es un mito que la única manera de liberar secuestrados era por medio de un despeje indefinido (con el circo mediático del caso y liderado, claro, por el Sr. Chavez y su sidekick, la del turbante), con una parodia de diálogo que nunca ha existido, y donde las Farc eran los que ponían las condiciones. Otro golpe contundente contra las Farc, algo que muchos creían imposible, se logró con el rescate de Ingrid Betancourt, 11 soldados del ejército y los 3 norteamericanos. A las Farc se les fue como arena por entre los dedos su tesoro más preciado, la joya de la corona que los mantenía a flote, el único as que tenían para presionar internacionalmente.
Con una operación que envidia cualquier Marine o agente de Mossad, el ejército y policía colombianos demostraron que están a la altura de los mejores, no sólo como grupo elite de combate y rescate, sino también como actores de primera categoría. La obra cinematográfica no pudo haber sido siquiera imaginada por Oliver Stone (In your face!), y menos aún cuando no hubo disparos, explosiones y sangre por todos lados como es del gusto de Hollywood. Los protagonistas de este rescate, merecen no sólo todo el reconocimiento del mundo, sino el Oscar a mejor actor, director, cinematografía y producción.
Sólo en Colombia, país de realidad fantástica, pasa que cuando llega reencauchado el circo de las Farc con su nuevo director, nuestro vecino, a querer distraernos y mostrarnos como los gitanos el hielo, se les desbarata la carpa y tienen que escapar apresuradamente los payasos: el espectáculo de Emmanuel fue el peor acto de presdigitación jamás concebido; el ataque a Reyes y sus Computadores Parlanchines sacó del negocio a más de uno; y la obra teatral El Helicóptero Clonado les robó sus actores cautivos y se les fue todo el público.
Y no podía ser de otra manera que se cumpliera nuestro destino macondiano, que un niño de cuatro años, el sobrino de Ingrid Betancourt, hace tiempo hubiera soñado con un helicoptero blanco que la rescataba. O que en esas vueltas del destino, la misma forma de decepción que utilizó las Farc para llevarse a los diputados se le aplicara a la guerrilla para dejarlos paralizados. Y que cumpliendo con lo de “nadie sabe para quien trabaja”, el despliegue mediático que alguna vez utilizó Chavez con helicópteros y camisetas del Che, fuera utilizado exactamente igual para hacer creer a la guerrilla que el espectáculo seguía a cargo de ellos. (ojo: no le cuenten, pero no demora Chávez y su sidekick en anotarse el triunfo precisamente por este último punto).
Que felicidad poder ver los secuestrados reuniéndose con sus familias, llenos de optimismo, dichosos, nuevos, agradeciendo al Presidente, al ejército y a la policía. Que centradas las declaraciones de Ingrid, que nunca ha dejado de pensar en el país, agradeciendo a los que han luchado realmente por su liberación, agradeciendo a los soldados que se han sacrificado y se han expuesto por lograr que gente como ella y nosotros puedan estar con su familia y no amarrados con cadenas a un árbol en la selva. No es casual o ligero, que apareciese vestida de militar, aplaudiendo una operación impecable y afirmando que es una más de ellos.
Y que lástima por los enemigos acérrimos de la gestión de Uribe, que no puedan por orgullo amargo aceptar como mínimo lo evidente, y que no puedan celebrar con el resto del mundo la victoria de lo humano contra lo sanguinario y atroz. En el fondo tal vez desearían que todo hubiera salido mal, para culpar infinitamente a su enemigo.
Chavez, Correa, Ortega: maldecirán el día que creyeron en las Farc; maldeciran el día que firmaron y juraron que con ellos alcanzarían la gloria; maldecirán el día que creyeron que podían contra Colombia.
Una ovación a los rescatados, a todos los que han caído en esta guerra defendiendo a su país, a los comando especiales que incógnitos tienen que celebrar esta victoria. Una ovación al gobierno y a todos los colombianos.
Con una operación que envidia cualquier Marine o agente de Mossad, el ejército y policía colombianos demostraron que están a la altura de los mejores, no sólo como grupo elite de combate y rescate, sino también como actores de primera categoría. La obra cinematográfica no pudo haber sido siquiera imaginada por Oliver Stone (In your face!), y menos aún cuando no hubo disparos, explosiones y sangre por todos lados como es del gusto de Hollywood. Los protagonistas de este rescate, merecen no sólo todo el reconocimiento del mundo, sino el Oscar a mejor actor, director, cinematografía y producción.
Sólo en Colombia, país de realidad fantástica, pasa que cuando llega reencauchado el circo de las Farc con su nuevo director, nuestro vecino, a querer distraernos y mostrarnos como los gitanos el hielo, se les desbarata la carpa y tienen que escapar apresuradamente los payasos: el espectáculo de Emmanuel fue el peor acto de presdigitación jamás concebido; el ataque a Reyes y sus Computadores Parlanchines sacó del negocio a más de uno; y la obra teatral El Helicóptero Clonado les robó sus actores cautivos y se les fue todo el público.
Y no podía ser de otra manera que se cumpliera nuestro destino macondiano, que un niño de cuatro años, el sobrino de Ingrid Betancourt, hace tiempo hubiera soñado con un helicoptero blanco que la rescataba. O que en esas vueltas del destino, la misma forma de decepción que utilizó las Farc para llevarse a los diputados se le aplicara a la guerrilla para dejarlos paralizados. Y que cumpliendo con lo de “nadie sabe para quien trabaja”, el despliegue mediático que alguna vez utilizó Chavez con helicópteros y camisetas del Che, fuera utilizado exactamente igual para hacer creer a la guerrilla que el espectáculo seguía a cargo de ellos. (ojo: no le cuenten, pero no demora Chávez y su sidekick en anotarse el triunfo precisamente por este último punto).
Que felicidad poder ver los secuestrados reuniéndose con sus familias, llenos de optimismo, dichosos, nuevos, agradeciendo al Presidente, al ejército y a la policía. Que centradas las declaraciones de Ingrid, que nunca ha dejado de pensar en el país, agradeciendo a los que han luchado realmente por su liberación, agradeciendo a los soldados que se han sacrificado y se han expuesto por lograr que gente como ella y nosotros puedan estar con su familia y no amarrados con cadenas a un árbol en la selva. No es casual o ligero, que apareciese vestida de militar, aplaudiendo una operación impecable y afirmando que es una más de ellos.
Y que lástima por los enemigos acérrimos de la gestión de Uribe, que no puedan por orgullo amargo aceptar como mínimo lo evidente, y que no puedan celebrar con el resto del mundo la victoria de lo humano contra lo sanguinario y atroz. En el fondo tal vez desearían que todo hubiera salido mal, para culpar infinitamente a su enemigo.
Chavez, Correa, Ortega: maldecirán el día que creyeron en las Farc; maldeciran el día que firmaron y juraron que con ellos alcanzarían la gloria; maldecirán el día que creyeron que podían contra Colombia.
Una ovación a los rescatados, a todos los que han caído en esta guerra defendiendo a su país, a los comando especiales que incógnitos tienen que celebrar esta victoria. Una ovación al gobierno y a todos los colombianos.
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Thursday, June 26, 2008
Monday, March 31, 2008
La ilusión del acuerdo humanitario
Dejando atrás la tormenta que significó la muerte de Reyes, para muchos es indispensable volver al status quo que existía “antes de”. El plan de acción estaba tan bien organizado, que sería una pena tirarlo a la basura así no más. Oh! sorpresa pues, que como condición fundamental para restablecer relaciones con Ecuador, la Canciller ecuatoriana pida que se olvide lo del computador de Reyes.
En una estrategia urdida desde hace años, las farc decidieron -entre otras cosas- secuestrar, secuestrar y secuestrar; esto con el fin no solo de obtener ganancias financieras, sino también como moneda de cambio para ser usada para recuperar guerrilleros y espacio político, además se ser una magnífica arma de presión contra el gobierno. No es entonces casual, que hoy por hoy, cuando nadie con un poco de juicio en el país apoya a la guerrilla, las farc saquen como vulgar mercancía la carta del “acuerdo humanitario”.
Si nos ponemos a analizar detenidamente, por qué por ejemplo se habla de “canjeables”? Lo humanitario verdaderamente sería incluir a todos los 700 y pico. Negociar canjeables (detestable palabra, digo otra vez) no es un acuerdo humanitario, es un acuerdo político o un intercambio de prisioneros de guerra. Es absurdo aplicar el eufemismo de acuerdo humanitario con una guerrilla que quiere todo menos un acuerdo, y que se ha demostrado hasta el cansancio que no tiene nada de humanitaria.
En el mundo de las cosas al revés, la presión para que exista un “acuerdo humanitario” se hace al gobierno, olvidando por completo a los verdaderos autores de crímenes atroces contra la persona y la dignidad humana, justificándolos entonces por omisión. En el mismo mundo de la realidad paralela se hacen análisis extensos culpando al gobierno del estado de las cosas, mencionando solo de paso, como mucho, a los verdaderos culpables de que tantos colombianos se encuentren como animales de corral. Y columnistas como Maria Jimena Dussan preguntan por la suerte de los secuestrados, pero olvidan por completo preguntar quien los secuestró y quien los han mantenido en campos de concentración tropicales por eternos años. Es la misma columnista que pretende hacer un paralelo entre la situación actual de los secuestrados de las farc que se pudren en la selva, con los campos de exterminio nazis de la Segunda Guerra Mundial, pero que usando un poco de “magia literaria” de repente cambia la narrativa, y NO son las farc (ojo!) las que vendrían a ser el equivalente al opresor nazi que mantiene prisioneros de guerra en Auschwitz para usar como un objeto perecedero más, sino que somos nosotros (!) los que nos convertimos automáticamente en nazis. Según esa anti-lógica, no es un Jojoy o a Marulanda el que habría que equiparar con Hitler, sino a Uribe. El mismo mundo de patasarriba donde el presidente de Ecuador condena la incursión del ejército colombiano y muerte de un ecuatoriano en el operativo, no pero se olvida que su paisano estaba en un campamento terrorista desde donde se ataca la democracia y ciudadanos de Colombia.
Y en el mismo mundo paralelo, los recién liberados por la guerrilla no atacan a la guerrilla ni marchan contra ella. O cómo se entiende que el Luis E. Perez le diga a El Espectador que “para el acuerdo humanitario se necesita la liberación de otros Rodrigos Granda¨ ? Siguiendo el paralelo de la Alemania nazi, si los judíos libres tuvieran preso a Goebbels o a Mengele, no estoy seguro si estos judíos estarían dispuestos a entregar (devolver) a un Goebbels o Mengele al régimen a modo de intercambio, a sabiendas que los nazis los reincorporaría para seguir aniquilando sin compasión a otros judíos?
Una guerrilla que sigue secuestrando (en Semana Santa a 2 personas, entre ellos a un señor de 80 años) y no tiene reparo alguno en secuestrar a un anciano, no tiene deseo alguno de un acuerdo serio. Para demostrar una verdadera posición de compromiso, la guerrilla tiene que considerar seriamente la propuesta del gobierno y entregar a todos los secuestrados en su poder. En un verdadero acto de acuerdo humanitario. Todo lo demás es política y comercio.
En una estrategia urdida desde hace años, las farc decidieron -entre otras cosas- secuestrar, secuestrar y secuestrar; esto con el fin no solo de obtener ganancias financieras, sino también como moneda de cambio para ser usada para recuperar guerrilleros y espacio político, además se ser una magnífica arma de presión contra el gobierno. No es entonces casual, que hoy por hoy, cuando nadie con un poco de juicio en el país apoya a la guerrilla, las farc saquen como vulgar mercancía la carta del “acuerdo humanitario”.
Si nos ponemos a analizar detenidamente, por qué por ejemplo se habla de “canjeables”? Lo humanitario verdaderamente sería incluir a todos los 700 y pico. Negociar canjeables (detestable palabra, digo otra vez) no es un acuerdo humanitario, es un acuerdo político o un intercambio de prisioneros de guerra. Es absurdo aplicar el eufemismo de acuerdo humanitario con una guerrilla que quiere todo menos un acuerdo, y que se ha demostrado hasta el cansancio que no tiene nada de humanitaria.
En el mundo de las cosas al revés, la presión para que exista un “acuerdo humanitario” se hace al gobierno, olvidando por completo a los verdaderos autores de crímenes atroces contra la persona y la dignidad humana, justificándolos entonces por omisión. En el mismo mundo de la realidad paralela se hacen análisis extensos culpando al gobierno del estado de las cosas, mencionando solo de paso, como mucho, a los verdaderos culpables de que tantos colombianos se encuentren como animales de corral. Y columnistas como Maria Jimena Dussan preguntan por la suerte de los secuestrados, pero olvidan por completo preguntar quien los secuestró y quien los han mantenido en campos de concentración tropicales por eternos años. Es la misma columnista que pretende hacer un paralelo entre la situación actual de los secuestrados de las farc que se pudren en la selva, con los campos de exterminio nazis de la Segunda Guerra Mundial, pero que usando un poco de “magia literaria” de repente cambia la narrativa, y NO son las farc (ojo!) las que vendrían a ser el equivalente al opresor nazi que mantiene prisioneros de guerra en Auschwitz para usar como un objeto perecedero más, sino que somos nosotros (!) los que nos convertimos automáticamente en nazis. Según esa anti-lógica, no es un Jojoy o a Marulanda el que habría que equiparar con Hitler, sino a Uribe. El mismo mundo de patasarriba donde el presidente de Ecuador condena la incursión del ejército colombiano y muerte de un ecuatoriano en el operativo, no pero se olvida que su paisano estaba en un campamento terrorista desde donde se ataca la democracia y ciudadanos de Colombia.
Y en el mismo mundo paralelo, los recién liberados por la guerrilla no atacan a la guerrilla ni marchan contra ella. O cómo se entiende que el Luis E. Perez le diga a El Espectador que “para el acuerdo humanitario se necesita la liberación de otros Rodrigos Granda¨ ? Siguiendo el paralelo de la Alemania nazi, si los judíos libres tuvieran preso a Goebbels o a Mengele, no estoy seguro si estos judíos estarían dispuestos a entregar (devolver) a un Goebbels o Mengele al régimen a modo de intercambio, a sabiendas que los nazis los reincorporaría para seguir aniquilando sin compasión a otros judíos?
Una guerrilla que sigue secuestrando (en Semana Santa a 2 personas, entre ellos a un señor de 80 años) y no tiene reparo alguno en secuestrar a un anciano, no tiene deseo alguno de un acuerdo serio. Para demostrar una verdadera posición de compromiso, la guerrilla tiene que considerar seriamente la propuesta del gobierno y entregar a todos los secuestrados en su poder. En un verdadero acto de acuerdo humanitario. Todo lo demás es política y comercio.
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Wednesday, March 19, 2008
De vuelta al status quo?
Recorriendo los caminos sinuosos y despavimentados de la diplomacia, el abrazo de la llamada “cumbre del merengue” fue para muchos una señal de alivio y de que se volvía a la normalidad. Podemos respirar tranquilos, todo es cosa del pasado y solo queda el suelo mojado después del aguacero. Afirmaciones como estas pueden parecer ingenuas, pero en síntesis, es el sentimiento de muchos. De hecho no ha faltado el analista político que insista en la presencia “indispensable” de Chávez para hacer de “intermediario” como si no hubiera pasado nada, y ya Piedad Córdoba salió de escampar a condenar (como es de costumbre) las acciones del gobierno. Pasan los días, y todo vuelve a ser como antes. Chávez otra vez muy amable y de amigo de Uribe, que lo de los tanques era “burda de bululú, pero más na!”.
Pero no hay que engañarse, es imposible volver a la situación pre-Reyes, así sea este el deseo fervoroso de Correa, Chávez, et al. Un panorama que sería estupendo para los defensores de la guerrilla, ya que con el precedente de la incursión en Ecuador quedó claro que Colombia no podrá repetirlo, riesgo de hiperventilación colectiva de los vecinos. Esto combinado con la política de seguir ofreciendo refugio a la guerrilla, sería un sueño para las farc, pues siguen con su modus operandi intacto mientras se esconden del otro lado y se blinda definitivamente la frontera de ataques colombianos. Esta será la estrategia a seguir, tratando de borrar el hecho comprobado que Ecuador y Venezuela prestan ayuda a las farc.
Así que nuestros vecinos querrán seguir con sus planes que tenían tan bien armados (de ahí la rabia de que hayan salido a la luz pública) como si nada; el descaro del mundo surreal de la política es infinito. Y Colombia tendrá que seguir en su pelea para erradicar de una vez por todas el cáncer de las farc. Lo que hay que ver es si lo hace persiguiéndolos hasta donde sea necesario, tipo Mossad, conviviendo con vecinos que apoyan terroristas, en lo que es sería un nuevo modelo de Guerra Fría. A ritmo de merengue.
Cesar Amin
Pero no hay que engañarse, es imposible volver a la situación pre-Reyes, así sea este el deseo fervoroso de Correa, Chávez, et al. Un panorama que sería estupendo para los defensores de la guerrilla, ya que con el precedente de la incursión en Ecuador quedó claro que Colombia no podrá repetirlo, riesgo de hiperventilación colectiva de los vecinos. Esto combinado con la política de seguir ofreciendo refugio a la guerrilla, sería un sueño para las farc, pues siguen con su modus operandi intacto mientras se esconden del otro lado y se blinda definitivamente la frontera de ataques colombianos. Esta será la estrategia a seguir, tratando de borrar el hecho comprobado que Ecuador y Venezuela prestan ayuda a las farc.
Así que nuestros vecinos querrán seguir con sus planes que tenían tan bien armados (de ahí la rabia de que hayan salido a la luz pública) como si nada; el descaro del mundo surreal de la política es infinito. Y Colombia tendrá que seguir en su pelea para erradicar de una vez por todas el cáncer de las farc. Lo que hay que ver es si lo hace persiguiéndolos hasta donde sea necesario, tipo Mossad, conviviendo con vecinos que apoyan terroristas, en lo que es sería un nuevo modelo de Guerra Fría. A ritmo de merengue.
Cesar Amin
Thursday, March 06, 2008
Después de la tormenta...
...viene la calma. Pero no esta vez. Metidos en plena batalla diplomática en varios frentes, con ruptura de relaciones simultáneas con tres países, todo se enfoca en las discusiones políticas. Que ya está lista la comisión exploratoria de la OEA, que ya no es condena, que legítima defensa, que Francia o beligerancia, que las últimas consecuencias: todo esto es parte de la tormenta en que nos encontramos. Creada por la incursión del ejército colombiano en Ecuador, esta tempestad pasa por términos diplomáticos y políticos de embajadores por un lado, a la acostumbrada chabacanería barriobajera por el otro. La gritería se ha centrado, como era de esperarse, en la violación territorial. (Hay que aclarar: en la que hace Colombia y sus fuerzas armadas, pero claro, no en la que hacen las farc).
Por eso es que después de esta tormenta de declaraciones, ahora viene es un verdadero huracán. Porque si la entrada a Ecuador es grave, lo que se destapó lo es muchísimo más. Si la pelea ahora es tremenda, la que veremos será la de verdad. Que Correa y Chávez peguen alaridos y amenacen como lo han hecho, demuestra claramente el compromiso tan profundo que esos gobiernos tienen con la guerrilla y que quieran desviar a toda costa la atención de los verdaderos hechos: la alianza pactada con los criminales de las farc.
Se ha llegado a un punto de no retorno, no porque Colombia haya violado territorio ecuatoriano, sino porque las pruebas de que países vecinos albergan terroristas de las farc es irrefutable. No es que las farc hayan encontrado refugio temporal y desautorizado, sino todo lo contrario. No es un solo campamento sino cientos. Y no es que se hayan hecho contactos con “fines humanitarios”, como se quiere hacer ver ahora ante la evidencia, sino que existe ayuda mutua con fines muy oscuros. Querer hablar de acuerdos con las farc por intermedio de Chávez es un absurdo, porque no es un intermediario sino que ya es una de las partes del conflicto. Para los que querían un brazo político de las farc, les presento a todo el gobierno de Chávez.
***
El manejo que ha hecho el gobierno colombiano de esta crisis ha sido hasta ahora impecable. Decir que se ha improvisado es una ligereza sin fundamento. Este golpe contra la cúpula de las farc no fue azar. Y las consecuencias de este tipo de incursión se estudiaron y asumieron con la seguridad de que se demostraría algo que pesaría muchísimo más. Y así ha quedado demostrado. Afirmar que Uribe ha sido imprudente con prácticamente la única pronunciación que hizo recientemente sobre Chávez, es en sí una imprudencia que raya en la ignorancia. Porque no es un tema meramente personal del presidente Uribe el afirmar que a la luz de los hechos se hará lo posible para llevar a Chávez a la Corte Penal Internacional. No es un capricho, es ante todo un deber como Presidente de la República el denunciar por medios jurídicos este tipo de asociación. Y no es una opción que pueda ejercer o no, sino un mandato que le da la Constitución.
Mañana Uribe en la Cumbre de Río en República Dominicana llevará como souvenirs más y más pruebas. Así que preparémonos para más provocaciones, para una declaración de beligerancia por parte de los tres amigos, para la negación sistemática de la evidencia, y como siempre, a los ataques internos, que camuflados, lo único que pretenden es mantener porción asegurada del pastel. Que días se nos vienen encima!
Por eso es que después de esta tormenta de declaraciones, ahora viene es un verdadero huracán. Porque si la entrada a Ecuador es grave, lo que se destapó lo es muchísimo más. Si la pelea ahora es tremenda, la que veremos será la de verdad. Que Correa y Chávez peguen alaridos y amenacen como lo han hecho, demuestra claramente el compromiso tan profundo que esos gobiernos tienen con la guerrilla y que quieran desviar a toda costa la atención de los verdaderos hechos: la alianza pactada con los criminales de las farc.
Se ha llegado a un punto de no retorno, no porque Colombia haya violado territorio ecuatoriano, sino porque las pruebas de que países vecinos albergan terroristas de las farc es irrefutable. No es que las farc hayan encontrado refugio temporal y desautorizado, sino todo lo contrario. No es un solo campamento sino cientos. Y no es que se hayan hecho contactos con “fines humanitarios”, como se quiere hacer ver ahora ante la evidencia, sino que existe ayuda mutua con fines muy oscuros. Querer hablar de acuerdos con las farc por intermedio de Chávez es un absurdo, porque no es un intermediario sino que ya es una de las partes del conflicto. Para los que querían un brazo político de las farc, les presento a todo el gobierno de Chávez.
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El manejo que ha hecho el gobierno colombiano de esta crisis ha sido hasta ahora impecable. Decir que se ha improvisado es una ligereza sin fundamento. Este golpe contra la cúpula de las farc no fue azar. Y las consecuencias de este tipo de incursión se estudiaron y asumieron con la seguridad de que se demostraría algo que pesaría muchísimo más. Y así ha quedado demostrado. Afirmar que Uribe ha sido imprudente con prácticamente la única pronunciación que hizo recientemente sobre Chávez, es en sí una imprudencia que raya en la ignorancia. Porque no es un tema meramente personal del presidente Uribe el afirmar que a la luz de los hechos se hará lo posible para llevar a Chávez a la Corte Penal Internacional. No es un capricho, es ante todo un deber como Presidente de la República el denunciar por medios jurídicos este tipo de asociación. Y no es una opción que pueda ejercer o no, sino un mandato que le da la Constitución.
Mañana Uribe en la Cumbre de Río en República Dominicana llevará como souvenirs más y más pruebas. Así que preparémonos para más provocaciones, para una declaración de beligerancia por parte de los tres amigos, para la negación sistemática de la evidencia, y como siempre, a los ataques internos, que camuflados, lo único que pretenden es mantener porción asegurada del pastel. Que días se nos vienen encima!
Sunday, March 02, 2008
El hombre enfermo de Latinoamerica
Era de esperarse: la baja de “Raúl Reyes”, número dos de las farc, ha sido lo peor que le ha podido pasar no solo a ese grupo terrorista, sino también a Chávez. Como si en ocasiones anteriores no hubiera sido suficientemente evidente el apoyo de Chávez a las farc, con las declaraciones explosivas de este fin de semana, está totalmente claro que la guerrilla colombiana lo que tiene es un aliado incondicional en Chávez.
La tantas veces denunciada táctica de la guerrilla de resguardarse en territorio venezolano o ecuatoriano para escaparse del ejército colombiano esta vez no funcionó. Que las farc no se puedan acabar militarmente es un mito urbano. Ante la pérdida de una ficha fundamental y un revés muy grande en sus planes maquiavélicos, Chávez hizo lo único que sabe hacer. Gritar, gesticular y amenazar cual matón de barrio: “Sr. Ministro de Defensa: Muévame diez batallones a la frontera con Colombia. De inmediato.” Y como sacado de un mal sueño, un gordo bigotudo de caricatura de republica bananera premium se pone de pie, obediente.
Al igual que Europa en la primera guerra mundial, en Latinoamérica hoy también tenemos nuestro hombre enfermo. No es la metáfora usada para un imperio en decadencia que tenía que modernizarse, sino lamentable es un término que debe usarse literalmente con Chávez, un megalómano con desorden mental extremo y verborrea incontenible avanzada.
Si creíamos que la locura colectiva que se veía en blanco y negro con un ridículo Mussolini de protagonista era cosa del pasado, ver a los seguidores de Chávez aplaudiendo como monos de zoológico cuanta estupidez se le ocurre al Mico Mayor sobrepasa la realidad y parece mas bien una parodia de la gran parodia de Chaplin y su “Gran Dictador”.
Pero el acto no estaría completo sin la aparición del presidente Correa, que inicialmente reaccionó de manera calmada, pero que luego de ser aleccionado por Chavez “entendió” lo que realmente pasaba. Ah, y no nos sorprendamos si como invitado especial a este circo monumental llega Ortega.
Estamos viviendo en medio de una locura que parece que no tuviera límite. No solo está la situación con Venezuela a punto de explotar porque a Chávez se le ocurre apadrinar a la guerrilla, sino que las leyes de la lógica dejan de funcionar y la muerte de un terrorista de miedo es equivalente a la despedida de un héroe. En este mundo de la dimensión desconocida, la muerte de un capo de la narcoguerrilla es una afrenta a la paz y unión de los pueblos. En ese mismo mundo paralelo, el violador de la soberanía no es el criminal que entra y acampa impunemente, a sus anchas, en otro país. No, en el mundo de la ilógica no es necesario apoyar la defensa contra una guerrilla que aborrece el 99% del pueblo colombiano, sino que hay que atacar las instituciones que representan democráticamente a ese pueblo. Y por si acaso nos quedan dudas, una “agencia de noticias” o un canal como Telesur se encargan de “explicarnos” toda esa Basura que, convenientemente ellos mismos fabrican.
Con Chávez pasa lo que suele pasar con la izquierda revolucionaria y mamerta de siempre, que se dicen racionales, amantes de la paz, enamorados de lo humanitario, pero cuando se les contradice o algo se sale de su libreto son los más guerreros y sanguinarios que pueda existir, exhalando porquería y locura de enfermo.
La tantas veces denunciada táctica de la guerrilla de resguardarse en territorio venezolano o ecuatoriano para escaparse del ejército colombiano esta vez no funcionó. Que las farc no se puedan acabar militarmente es un mito urbano. Ante la pérdida de una ficha fundamental y un revés muy grande en sus planes maquiavélicos, Chávez hizo lo único que sabe hacer. Gritar, gesticular y amenazar cual matón de barrio: “Sr. Ministro de Defensa: Muévame diez batallones a la frontera con Colombia. De inmediato.” Y como sacado de un mal sueño, un gordo bigotudo de caricatura de republica bananera premium se pone de pie, obediente.
Al igual que Europa en la primera guerra mundial, en Latinoamérica hoy también tenemos nuestro hombre enfermo. No es la metáfora usada para un imperio en decadencia que tenía que modernizarse, sino lamentable es un término que debe usarse literalmente con Chávez, un megalómano con desorden mental extremo y verborrea incontenible avanzada.
Si creíamos que la locura colectiva que se veía en blanco y negro con un ridículo Mussolini de protagonista era cosa del pasado, ver a los seguidores de Chávez aplaudiendo como monos de zoológico cuanta estupidez se le ocurre al Mico Mayor sobrepasa la realidad y parece mas bien una parodia de la gran parodia de Chaplin y su “Gran Dictador”.
Pero el acto no estaría completo sin la aparición del presidente Correa, que inicialmente reaccionó de manera calmada, pero que luego de ser aleccionado por Chavez “entendió” lo que realmente pasaba. Ah, y no nos sorprendamos si como invitado especial a este circo monumental llega Ortega.
Estamos viviendo en medio de una locura que parece que no tuviera límite. No solo está la situación con Venezuela a punto de explotar porque a Chávez se le ocurre apadrinar a la guerrilla, sino que las leyes de la lógica dejan de funcionar y la muerte de un terrorista de miedo es equivalente a la despedida de un héroe. En este mundo de la dimensión desconocida, la muerte de un capo de la narcoguerrilla es una afrenta a la paz y unión de los pueblos. En ese mismo mundo paralelo, el violador de la soberanía no es el criminal que entra y acampa impunemente, a sus anchas, en otro país. No, en el mundo de la ilógica no es necesario apoyar la defensa contra una guerrilla que aborrece el 99% del pueblo colombiano, sino que hay que atacar las instituciones que representan democráticamente a ese pueblo. Y por si acaso nos quedan dudas, una “agencia de noticias” o un canal como Telesur se encargan de “explicarnos” toda esa Basura que, convenientemente ellos mismos fabrican.
Con Chávez pasa lo que suele pasar con la izquierda revolucionaria y mamerta de siempre, que se dicen racionales, amantes de la paz, enamorados de lo humanitario, pero cuando se les contradice o algo se sale de su libreto son los más guerreros y sanguinarios que pueda existir, exhalando porquería y locura de enfermo.
Thursday, February 21, 2008
La contramarcha
Como muchos, me pregunto sobre la siguiente marcha, la del 6 de marzo. Quién la convoca? Quién la apoya? Es una continuación y complemento de la del 4 de febrero (como debe ser) o por el contrario, una negación y desvío de la misma? Los que participaron en una participarán en la otra? O los que fueron en contra de la primera ahora apoyan esta última y viceversa? Y lo más importante: que lectura deberá dársele a estas marchas?
Sobre el tema de quien organiza la marcha, el portavoz es Iván Cepeda, hijo del dirigente comunista Manuel Cepeda, asesinado en 1994. Desde el “Movimiento de Víctimas de los Crímenes de Estado” que dirige Cepeda, se ha convocado la marcha. En la página web de la organización, se encuentra toda la información sobre denuncias contra el Estado y contra el paramilitarismo. Como ya lo habrán deducido, lo que no aparece por ningún lado en ese sitio web son denuncias contra los crimenes de la guerrilla. Ahora, no es utilizar el argumento de siempre y que se utiliza de mala manera todo el tiempo, que consiste en nombrar y sacar a bailar a unos cuando se habla de los otros, cual concurso de barbaries entre dos equipos rivales. No, esta aclaración sobre involucrar a un grupo y no a otro es porque esta organización, como su nombre lo dice, se ocupa de denunciar los Crímenes de Estado. Hasta ahí bien. Pero cuando entran en el mismo saco los paramilitares, con que justificaciones o lineamientos lo hacen? Si entran, perfecto, pero...no aplican acaso las mismas justificaciones para meter entonces a la guerrilla? Esto cuando viene de una organización seria (la del Movimiento de Victimas), que debe enfocar sus esfuerzos a cumplir su meta de manera objetiva y no escogiendo a dedo, deja mucho que desear.
Además, la marcha del 4 de febrero se enfocó única y exclusivamente en contra de las farc, aun cuando el ELN hubiera cabido perfectamente. La “excusa” de los opositores a esta marcha fue que debería ser generalizada contra todo tipo de violencia. Bien. Entonces se organiza una marcha para condenar a los grupos que quedaron por fuera. Muy bien. Y ahora tienen su momento, pero NO la generalizan tal y como lo gritaban a los cuatro vientos que debería hacerse con la otra. Que pasa? Sí claro, esta marcha la amplían para condenar al Estado y los paras. Perfecto. Pero si es tan general y están recogiendo y metiendo a los que quedaban por fuera la vez pasada, que pasó entonces con el ELN? Otra vez pasa convenientemente de agache!
Todo parece indicar que los mismos argumentos en contra de la marcha anterior se pueden aplicar a esta, que las mismas perspicacias sobre quien organizaba la del 4 de febrero también funciona en el caso de esta contramarcha, que la mayoría de los que no iban en una van en la otra.
Y lo peor del caso, es que como muchos deseamos, una marcha no complementará a la otra. El mensaje no será de continuidad y avance, sino de división y (aquí viene la palabra de la temporada...) polarización. Será que una borrará la otra?
La respuesta llegará al terminar la jornada de la contramarcha.
Sobre el tema de quien organiza la marcha, el portavoz es Iván Cepeda, hijo del dirigente comunista Manuel Cepeda, asesinado en 1994. Desde el “Movimiento de Víctimas de los Crímenes de Estado” que dirige Cepeda, se ha convocado la marcha. En la página web de la organización, se encuentra toda la información sobre denuncias contra el Estado y contra el paramilitarismo. Como ya lo habrán deducido, lo que no aparece por ningún lado en ese sitio web son denuncias contra los crimenes de la guerrilla. Ahora, no es utilizar el argumento de siempre y que se utiliza de mala manera todo el tiempo, que consiste en nombrar y sacar a bailar a unos cuando se habla de los otros, cual concurso de barbaries entre dos equipos rivales. No, esta aclaración sobre involucrar a un grupo y no a otro es porque esta organización, como su nombre lo dice, se ocupa de denunciar los Crímenes de Estado. Hasta ahí bien. Pero cuando entran en el mismo saco los paramilitares, con que justificaciones o lineamientos lo hacen? Si entran, perfecto, pero...no aplican acaso las mismas justificaciones para meter entonces a la guerrilla? Esto cuando viene de una organización seria (la del Movimiento de Victimas), que debe enfocar sus esfuerzos a cumplir su meta de manera objetiva y no escogiendo a dedo, deja mucho que desear.
Además, la marcha del 4 de febrero se enfocó única y exclusivamente en contra de las farc, aun cuando el ELN hubiera cabido perfectamente. La “excusa” de los opositores a esta marcha fue que debería ser generalizada contra todo tipo de violencia. Bien. Entonces se organiza una marcha para condenar a los grupos que quedaron por fuera. Muy bien. Y ahora tienen su momento, pero NO la generalizan tal y como lo gritaban a los cuatro vientos que debería hacerse con la otra. Que pasa? Sí claro, esta marcha la amplían para condenar al Estado y los paras. Perfecto. Pero si es tan general y están recogiendo y metiendo a los que quedaban por fuera la vez pasada, que pasó entonces con el ELN? Otra vez pasa convenientemente de agache!
Todo parece indicar que los mismos argumentos en contra de la marcha anterior se pueden aplicar a esta, que las mismas perspicacias sobre quien organizaba la del 4 de febrero también funciona en el caso de esta contramarcha, que la mayoría de los que no iban en una van en la otra.
Y lo peor del caso, es que como muchos deseamos, una marcha no complementará a la otra. El mensaje no será de continuidad y avance, sino de división y (aquí viene la palabra de la temporada...) polarización. Será que una borrará la otra?
La respuesta llegará al terminar la jornada de la contramarcha.
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Mientras tanto, en la baticueva...
Días después de lo que ha sido la demostración masiva más importante en la historia reciente de Colombia, seguimos a la expectativa. La euforia del día quedó ahí, y ahora la sensación es como un recuerdo distante de una gran fiesta que hace tiempo se apagó. Quedamos esperando que se dieran pasos concretos en torno a la sinsalida de las farc, que el gobierno tomara cierto liderazgo y entregara propuestas que siguiendo el espíritu de las mayorías se transformaran en políticas claras y efectivas para mover hacia adelante el tema guerrilla, secuestraos y violencia.
Pero en lugar de encausar el sentimiento general (y que por lo tanto se convierte en mandato) y presentar opciones (como sí lo hizo por ejemplo Mockus días después), el gobierno parecería más interesado en utilizar este capital en ideas de re-reelección o peor aún, gastándolo inútilmente con salidas en falso como la de las tierras prometidas.
Es como si estuvieran tímidos en su baticueva pecando de cautelosos con el tema encomendado y urgente de la guerrilla, pero a la vez lanzándose desordenadamente a misiones sin sentido que no llevan a ningún lado.
Mientras tanto, en la OTRA baticueva...
Mientras seguimos esperando alguna luz que pudiera sacar adelante el tema farc, en la cueva del guasón Chávez y cia., se están preparando para el siguiente acto de POWS! y Ouchs! Con la siguiente ronda de liberados, estemos seguros que volverán a sacarle todo el jugo mediático posible, retomando el papel protagónico que el gobierno ha querido perder. Como si fuera poco, ahora el cartel de invitados ahora cuenta con la asistencia permanente de los franceses, que como bien es sabido no tienen amigos sino intereses. Volvemos entonces a la pregunta de siempre: qué quieren todos estos “amigos” de Colombia?
Pero en lugar de encausar el sentimiento general (y que por lo tanto se convierte en mandato) y presentar opciones (como sí lo hizo por ejemplo Mockus días después), el gobierno parecería más interesado en utilizar este capital en ideas de re-reelección o peor aún, gastándolo inútilmente con salidas en falso como la de las tierras prometidas.
Es como si estuvieran tímidos en su baticueva pecando de cautelosos con el tema encomendado y urgente de la guerrilla, pero a la vez lanzándose desordenadamente a misiones sin sentido que no llevan a ningún lado.
Mientras tanto, en la OTRA baticueva...
Mientras seguimos esperando alguna luz que pudiera sacar adelante el tema farc, en la cueva del guasón Chávez y cia., se están preparando para el siguiente acto de POWS! y Ouchs! Con la siguiente ronda de liberados, estemos seguros que volverán a sacarle todo el jugo mediático posible, retomando el papel protagónico que el gobierno ha querido perder. Como si fuera poco, ahora el cartel de invitados ahora cuenta con la asistencia permanente de los franceses, que como bien es sabido no tienen amigos sino intereses. Volvemos entonces a la pregunta de siempre: qué quieren todos estos “amigos” de Colombia?
Sunday, February 17, 2008
Colombia y el síndrome de Copenhague
Como posdata de la carta anterior, no puede llegar en mejor momento el siguiente artículo de Moisés Naim, editor de la revista Foreign Policy, publicado en el periódico El Tiempo de hoy domingo 17 de febrero:
Colombia y el síndrome de Copenhague
Hay que exigir a las Farc liberar a todos los rehenes, tanto a los pocos famosos como a los muchos anónimos: lo saben hacer muy bien, pues llevan décadas liberándolos de manera rutinaria, una vez que reciben los pagos que compran la libertad de sus víctimas.
El asalto al banco no salió bien. Los ladrones que, en 1973, intentaron atracar el Kreditbanken de Estocolmo quedaron atrapados en el banco y tomaron como rehenes a varios empleados. La sorpresa no fue que los criminales tardasen seis días en entregarse; fue que los rehenes se hicieron amigos de sus secuestradores. El episodio dio origen al llamado síndrome de Estocolmo: un extraño proceso psicológico mediante el cual los secuestrados a veces desarrollan vínculos de solidaridad y simpatía con sus captores.
El caso de Colombia, país que es víctima de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (Farc), ilustra una patética variante del síndrome de Estocolmo. No se trata de que los colombianos simpaticen con las Farc, ya que el grupo armado que los hace sufrir desde 1964 es detestado por una abrumadora mayoría de la población. Se trata de la globalización del síndrome de Estocolmo: son los extranjeros, muchos de ellos en lejanos continentes, quienes sufren de un extraño proceso que los lleva a simpatizar con asesinos y secuestradores.
En Dinamarca, por ejemplo, una organización llamada Figh-ters+Lovers vende camisetas con el símbolo de las Farc y promete donarles parte de sus ventas. Debido a que las Farc son uno de los grupos terroristas que la Unión Europea prohíbe financiar, el Gobierno danés entabló un juicio contra los vendedores de camisetas. Y lo perdió. Los jueces de Copenhague no creen que las Farc sean una organización que aterroriza a un país entero. Según esta lógica, al no ser las Farc un grupo terrorista, los daneses que les envían dinero no cometen crimen alguno.
De esta manera, ahora al síndrome de Estocolmo podemos añadir el síndrome de Copenhague: el raro proceso mediante el cual la ideología y la politiquería se mezclan con la ingenuidad y la ignorancia para justificar crímenes de lesa humanidad, siempre y cuando no sucedan en el país de los afectados por el síndrome.
Es fácil imaginar que los civilizados jueces de Copenhague habrían llegado a una opinión muy diferente si las víctimas de las Farc hubieran sido daneses en lugar de colombianos. Basta averiguar un poco y con algo de honestidad para descubrir que las motivaciones ideológicas que alguna vez tuvieron las Farc ya no existen. Hoy en día, la retórica que las iguala a los movimientos de liberación nacional solo sirve para ocultar el hecho de que se han convertido en una cruel fuerza mercenaria del narcotráfico.
Pero el síndrome de Copenhague no solo afecta a los jueces daneses. Hace poco, tres congresistas estadounidenses le escribieron una amable carta a Manuel Marulanda Vélez, 'Tirofijo' -el jefe de las Farc-, para expresar su complacencia por haberse dignado ofrecer videos, por primera vez en siete años, que confirmaban que aún no habían asesinado a Íngrid Betancourt y otros secuestrados. "Fue un paso en la dirección correcta y quisimos mostrar nuestro aprecio", dijo Gregory Meeks, uno de los congresistas firmantes de la carta.
Otro estadounidense, el cineasta Oliver Stone, tampoco tiene dudas sobre quién es quién en esta tragedia: "Uribe miente y debe asumir su responsabilidad ante el mundo", dijo, refiriéndose al presidente colombiano. Para Stone, las Farc resultan más creíbles que el presidente democráticamente elegido de Colombia. Esta es una convicción que comparte con el presidente de Venezuela: "Yo acuso al presidente de Colombia de estar mintiendo... y haber dinamitado el proceso de canje humanitario", dijo Hugo Chávez al expresar su frustración ante el hecho de que Clara Rojas y su hijo Emmanuel, así como Consuelo González, no fueran liberados antes de finalizar el año. ¿La explicación? Según ellos, el Ejército colombiano llevó a cabo intensos operativos contra las Farc en las zonas donde se efectuaría el canje. Esto lo ha negado el presidente Uribe, quien recordó no solo el largo historial de mentiras y promesas incumplidas por la Farc, sino que anunció que estas no podían liberar a los rehenes puesto que uno de ellos, el niño Emmanuel, había sido entregado a una organización de protección social.
Lo que no pueden Stone, Chávez y otros críticos del presidente Uribe es por qué les resulta tan difícil a las Farc liberar a los rehenes si esto es algo que saben hacer muy bien: llevan décadas haciéndolo de manera rutinaria, una vez reciben los pagos que compran la libertad de sus inocentes víctimas. La negociación y la eventual liberación de rehenes son un proceso frecuente, secreto y misterioso. En miles de transacciones previas nunca antes las Farc habían necesitado helicópteros venezolanos y la presencia de observadores internacionales y de centenares de periodistas.
Detrás de todo esto no hay sino la cruel e inhumana explotación del síndrome de Copenhague por parte de las Farc y sus facilitadores. Mientras que el síndrome de Estocolmo se produce por razones psicológicas, el de Copenhague es causado por cálculos políticos muy crudos, donde las excusas humanitarias no son sino eso: excusas para actuar de la manera más políticamente conveniente pero más hipócritamente inhumana.
Por eso, quienes simpatizan con las Farc deben exigir que se libere a todos los rehenes, tanto a los pocos ya famosos como a los muchos aún anónimos. Eso es algo que las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas saben hacer y pueden hacer si quieren. Ahora mismo. Sin circo. Y sin payasos.
Saturday, February 09, 2008
Letter to "Fighters and Lovers"
Dear Fighters and Lovers Execs:
I don’t know if you get many letters from Colombia, or if you read them. Maybe you are not interested at all in what common Colombian people think about your business or about anything. That´s all right. You are businesspeople living in a rich country and as such, why pay attention to a few millions citizens in a far away country? Never mind that your t-shirts are selling on the back of extortion, drug trafficking, murder and kidnapping. You wanted publicity and you got it! And if people buy your Farc t-shirts then you must be quite happy.
If you want more publicity, why stop at t-shirts and CD’s? Why not print t-shirts with images of the Farc concentration camps where more than 700 (seven hundred!) fellow Colombians rot to death? Or print t-shirts with MILLIONS of Colombians demonstrating against Farc? Or record CD’s with cries of agony of family members that have waited for their loved-ones more than ten years? Oh, right, that might not sell as well and can distort the image you are trying to portray of your beloved “freedom-fighters”. And that’s terrible for business, right?
If you are so fond of Farc, why not go a step beyond (quite frankly, just t-shirts and CD’s? Please!) and start your own Farc arm in Denmark? Import a bunch of them, some wild ones. (No, the few “students” that found their way into Europe and are your great pals don’t count). And let your little army settle in, let’s say, North Jutland. And let them start killing and trafficking and kidnapping. And print t-shirts of them! But Denmark is such a nice country you might not want to spoil it. But Colombia? Hey, that’s pretty far away, right? Who cares! At least you don’t!
As businesspeople you have to look at trends and see what’s going on in the world. What about checking the news about Colombia? (No, your favorite site “Anncol” doesn’t count either). Farc is no real “choice” for young people or unionists. And they have not liberated anything. And while you are checking facts on Colombia, look into your business. Yes, that of t-shirts. You might learn a thing or two about selling t-shirts in Colombia. More than a million sold in less than two weeks by street-vendors definitely is something you businesspeople in the trade would want to emulate. No fancy models, boutiques or internet sites were needed. It was a grass-roots enterprise. And you guessed it, those t-shirts had a simple message printed on them: NO MORE FARC.
Sincerely,
Cesar Amin
Colombia
I don’t know if you get many letters from Colombia, or if you read them. Maybe you are not interested at all in what common Colombian people think about your business or about anything. That´s all right. You are businesspeople living in a rich country and as such, why pay attention to a few millions citizens in a far away country? Never mind that your t-shirts are selling on the back of extortion, drug trafficking, murder and kidnapping. You wanted publicity and you got it! And if people buy your Farc t-shirts then you must be quite happy.
If you want more publicity, why stop at t-shirts and CD’s? Why not print t-shirts with images of the Farc concentration camps where more than 700 (seven hundred!) fellow Colombians rot to death? Or print t-shirts with MILLIONS of Colombians demonstrating against Farc? Or record CD’s with cries of agony of family members that have waited for their loved-ones more than ten years? Oh, right, that might not sell as well and can distort the image you are trying to portray of your beloved “freedom-fighters”. And that’s terrible for business, right?
If you are so fond of Farc, why not go a step beyond (quite frankly, just t-shirts and CD’s? Please!) and start your own Farc arm in Denmark? Import a bunch of them, some wild ones. (No, the few “students” that found their way into Europe and are your great pals don’t count). And let your little army settle in, let’s say, North Jutland. And let them start killing and trafficking and kidnapping. And print t-shirts of them! But Denmark is such a nice country you might not want to spoil it. But Colombia? Hey, that’s pretty far away, right? Who cares! At least you don’t!
As businesspeople you have to look at trends and see what’s going on in the world. What about checking the news about Colombia? (No, your favorite site “Anncol” doesn’t count either). Farc is no real “choice” for young people or unionists. And they have not liberated anything. And while you are checking facts on Colombia, look into your business. Yes, that of t-shirts. You might learn a thing or two about selling t-shirts in Colombia. More than a million sold in less than two weeks by street-vendors definitely is something you businesspeople in the trade would want to emulate. No fancy models, boutiques or internet sites were needed. It was a grass-roots enterprise. And you guessed it, those t-shirts had a simple message printed on them: NO MORE FARC.
Sincerely,
Cesar Amin
Colombia
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Monday, February 04, 2008
La marcha del 4 de febrero
Imposible no hablar sobre la marcha de hoy. Como millones de colombianos en todo el mundo, salí con toda mi familia a demostrar en contra de ese anacronismo que es la Farc. En un día perfecto, de sol, cielo azul profundo y brisa, personas comunes y corrientes enviamos un mensaje claro y fuerte contra esa narcoguerrilla que tanto daño le ha hecho al país.
La marcha se caracterizó por la tranquilidad y unanimidad. Fue increíble ver como a medida que se acercaba el mediodía la gente iba saliendo de todas partes, en pequeños grupos, confluyendo en las grandes avenidas. Caminamos por la séptima. De manera orgánica los puntos de reunión se fueron uniendo por un río humano que fluía por toda la avenida, cerrando lentamente el paso al tráfico. A eso de las once y media el tráfico se detuvo por completo. Los buses, carros, motos, apagaron los motores. La gente salía tranquilamente de sus vehículos, uniéndose a la marcha en silencio. A las once y cuarenta y cinco impresionante el silencio. Miles de personas marchando en silencio, a la expectativa. Los semáforos cambiaban de rojo a verde en cámara lenta y no se oía motor alguno arrancando. Solo personas marchando en silencio, de blanco. A las doce en punto el estallido. Campanas, pitos, gritos, cantos, decían sí a Colombia, no a las Farc. Sin ambigüedades, sin rodeos, con el alma.
***
A los detractores de la marcha, les cuento que nunca me llego el cheque del Estado pagándome por ir a la marcha. Nunca me llegaron lo e-mails de algún empleado público incitándome a unirme a la marcha. Y nunca me obligaron a que comprara la camiseta. Y a los otros 2 millones y pico de personas tampoco. Salimos porque quisimos, no por “disciplina de partido” como los de las seudo-marchas.
Ahora estoy a la expectativa, esperando lo que irán a decir y escribir los comentaristas de siempre. Nunca aceptarán que la marcha fue el sentir de la gran mayoría de los colombianos. Dirán que no, que eso no es el pueblo, que esos “pocos millones” (!) no representan a Colombia. Meterán la carta política (pero no quieren politizar, nooo..!). Y será que dicen que todo fue una treta de Uribe? Mínimo dirán que la camiseta la diseñó Santos. No, ya se: en realidad no había tanta gente. Eran solo mil personas y el resto los metieron con Photoshop. Los de Londres, Madrid, Berlin, Tokyo, etc.: fácil...actores pagados. Que lo anterior son ideas locas? Esperen y verán con lo que van a salir...
La marcha se caracterizó por la tranquilidad y unanimidad. Fue increíble ver como a medida que se acercaba el mediodía la gente iba saliendo de todas partes, en pequeños grupos, confluyendo en las grandes avenidas. Caminamos por la séptima. De manera orgánica los puntos de reunión se fueron uniendo por un río humano que fluía por toda la avenida, cerrando lentamente el paso al tráfico. A eso de las once y media el tráfico se detuvo por completo. Los buses, carros, motos, apagaron los motores. La gente salía tranquilamente de sus vehículos, uniéndose a la marcha en silencio. A las once y cuarenta y cinco impresionante el silencio. Miles de personas marchando en silencio, a la expectativa. Los semáforos cambiaban de rojo a verde en cámara lenta y no se oía motor alguno arrancando. Solo personas marchando en silencio, de blanco. A las doce en punto el estallido. Campanas, pitos, gritos, cantos, decían sí a Colombia, no a las Farc. Sin ambigüedades, sin rodeos, con el alma.
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A los detractores de la marcha, les cuento que nunca me llego el cheque del Estado pagándome por ir a la marcha. Nunca me llegaron lo e-mails de algún empleado público incitándome a unirme a la marcha. Y nunca me obligaron a que comprara la camiseta. Y a los otros 2 millones y pico de personas tampoco. Salimos porque quisimos, no por “disciplina de partido” como los de las seudo-marchas.
Ahora estoy a la expectativa, esperando lo que irán a decir y escribir los comentaristas de siempre. Nunca aceptarán que la marcha fue el sentir de la gran mayoría de los colombianos. Dirán que no, que eso no es el pueblo, que esos “pocos millones” (!) no representan a Colombia. Meterán la carta política (pero no quieren politizar, nooo..!). Y será que dicen que todo fue una treta de Uribe? Mínimo dirán que la camiseta la diseñó Santos. No, ya se: en realidad no había tanta gente. Eran solo mil personas y el resto los metieron con Photoshop. Los de Londres, Madrid, Berlin, Tokyo, etc.: fácil...actores pagados. Que lo anterior son ideas locas? Esperen y verán con lo que van a salir...
Monday, January 28, 2008
Sobre la indiferencia y la marcha del 4 de febrero
No hay día que no se oiga que los colombianos somos indiferentes ante el secuestro. Y lo creemos, y bajamos la cabeza con vergüenza porque no hemos podido liberar a todos los secuestrados ya.
Pero somos indiferentes ante el secuestro cuando todos los días esperamos que los liberen, cuando seguimos cada noticia relacionada con el tema con la esperanza (casi devoción) de que los suelten, y que cuando llegan a contar por lo que han pasado y por lo que están pasado miles, nos llenamos de rabia y tristeza?
Qué hay que hacer entonces para dejar de ser indiferentes? Irse a la selva machete en mano? O será mas bien que tenemos que preguntarnos si de verdad somos indiferentes?
La marcha del 4 de febrero, como la del pasado 5 de julio, es una prueba contundente de que NO somos indiferentes ante el secuestro, que la violencia y la guerra nos duele, que no queremos más secuestros, que queremos vivir tranquilos y en paz.
Claro que participar de manera casual en una marcha multitudinaria no nos convierte inmediatamente en super-solidarios, como escribir o leer sobre el tema constantemente tampoco. Pero entonces, qué hay que hacer? La participación ciudadana en manifestaciones en contra del terrorismo, la guerra, el secuestro, es una muestra en contra de la indiferencia, es una señal de apoyo a favor de las víctimas de la guerra.
Una crítica de las marchas es que a la larga no solucionan nada, que al otro día todo sigue igual, que es algo del momento. Lo que en parte es cierto, pues esta ha sido la experiencia en nuestro país. Pero el problema no está en la marcha como tal; al contrario, es la falta de continuidad lo que impide algún avance. Y que el espíritu que lleva a millones a salir a la calle a pronunciarse debe seguir en la vida cotidiana.
Para atacar la indiferencia que los partidos políticos se pronuncien claros y sin ambigüedades sobre el terrorismo, que muestren posiciones claras contra el asesinato y el secuestro, que todos los ciudadanos presionen a sus representantes en el gobierno, que se denuncie sin temor, que exista una presión en el exterior para otros países no alberguen terroristas colombianos. Y que salgamos a las calles a decir NO MAS!
Que el Polo como posición oficial de partido salga diciendo que no apoya la marcha del 4 de febrero si es indiferencia. Que con lógica medieval digan que ir a la marcha contra las Farc es apoyar al gobierno, es preferir una violencia que trasciende partidos. No, ir en contra de las Farc es ir a favor de Colombia, a favor de los derechos humanos y punto.
El Polo de Gaviria y Borja (que ya se vislumbra aparte del de Lucho y Petro) fue el mismo Polo que TAMPOCO se quiso declarar tajantemente en contra del carácter terrorista de las Farc; con estos mensajes tan claros, el Polo también puso las cartas sobre la mesa, o mejor dicho, mostró el cobre.
Pero somos indiferentes ante el secuestro cuando todos los días esperamos que los liberen, cuando seguimos cada noticia relacionada con el tema con la esperanza (casi devoción) de que los suelten, y que cuando llegan a contar por lo que han pasado y por lo que están pasado miles, nos llenamos de rabia y tristeza?
Qué hay que hacer entonces para dejar de ser indiferentes? Irse a la selva machete en mano? O será mas bien que tenemos que preguntarnos si de verdad somos indiferentes?
La marcha del 4 de febrero, como la del pasado 5 de julio, es una prueba contundente de que NO somos indiferentes ante el secuestro, que la violencia y la guerra nos duele, que no queremos más secuestros, que queremos vivir tranquilos y en paz.
Claro que participar de manera casual en una marcha multitudinaria no nos convierte inmediatamente en super-solidarios, como escribir o leer sobre el tema constantemente tampoco. Pero entonces, qué hay que hacer? La participación ciudadana en manifestaciones en contra del terrorismo, la guerra, el secuestro, es una muestra en contra de la indiferencia, es una señal de apoyo a favor de las víctimas de la guerra.
Una crítica de las marchas es que a la larga no solucionan nada, que al otro día todo sigue igual, que es algo del momento. Lo que en parte es cierto, pues esta ha sido la experiencia en nuestro país. Pero el problema no está en la marcha como tal; al contrario, es la falta de continuidad lo que impide algún avance. Y que el espíritu que lleva a millones a salir a la calle a pronunciarse debe seguir en la vida cotidiana.
Para atacar la indiferencia que los partidos políticos se pronuncien claros y sin ambigüedades sobre el terrorismo, que muestren posiciones claras contra el asesinato y el secuestro, que todos los ciudadanos presionen a sus representantes en el gobierno, que se denuncie sin temor, que exista una presión en el exterior para otros países no alberguen terroristas colombianos. Y que salgamos a las calles a decir NO MAS!
** Las cartas sobre la mesa 2 **
Que el Polo como posición oficial de partido salga diciendo que no apoya la marcha del 4 de febrero si es indiferencia. Que con lógica medieval digan que ir a la marcha contra las Farc es apoyar al gobierno, es preferir una violencia que trasciende partidos. No, ir en contra de las Farc es ir a favor de Colombia, a favor de los derechos humanos y punto.
El Polo de Gaviria y Borja (que ya se vislumbra aparte del de Lucho y Petro) fue el mismo Polo que TAMPOCO se quiso declarar tajantemente en contra del carácter terrorista de las Farc; con estos mensajes tan claros, el Polo también puso las cartas sobre la mesa, o mejor dicho, mostró el cobre.
Friday, January 25, 2008
Las cartas sobre la mesa
Estamos ante la situación de relaciones internacionales más delicada de Colombia en muchos años. Luego de los incontables insultos de Chávez y sus secuaces contra Colombia, y de las declaraciones de apoyo a la guerrilla, por fin se pusieron las cartas sobre la mesa.
En estos momentos hay que ser claros y preguntar objetivamente: qué quiere Chávez? Plata? Poder? Anexarse a Colombia? Desestabilizar al gobierno colombiano? Todo lo anterior? Chávez se destapó, confirmó lo que es y quedó claro que quiere lograr en gran parte todo lo anterior y a través de las FARC. Igual Piedad Córdoba. Presionando para un despeje y utilizando a los secuestrados como mercancía para lograr un fin político y decir que lo que se hace es un trabajo humanitario no es solamente cínico, sino que el término adecuado para estos casos es maquiavélico.
Los sucesos de las últimas semanas no caben ni en la novela más absurda jamás escrita. Con la liberación de 2 secuestradas, las Farc y Chávez pensaron que iban a lograr una gran movida política favorable para ellos, pero les salió el tiro por la culata: ahora existe unidad en contra de Chávez, se demostró que no se necesita un despeje para liberar secuestrados, y la gente llegó a un punto de hastío y repudio contra las Farc.
La siguiente movida en este ajedrez le toca a Colombia, que ya está moviendo las fichas del caso y recibiendo apoyo internacional en contra de la guerrilla y Chávez. Cuál será la siguiente movida de Chávez? Seguro seguirá insultando a Colombia (ojo: cuando Chávez sale con su diarrea verbal, no lo hace en contra de Uribe, lo hace en contra de Colombia entera); seguirá hablando a favor de su camarada Marulanda; seguirá usando a los familiares de los secuestrados para su beneficio; tratará de presionar por todos los medios que tenga a su alcance, pagando políticos y periodistas colombianos (entre otros) para que se venda su agenda política aquí en Colombia y se haga su voluntad; y utilizará retaliaciones del tipo comercial además del político, con llamada de embajador a consulta y todo el circo del caso.
Las circunstancias actuales van mucho más allá de lo que parece. Qué tienen que ver realmente en todo esto de la guerrilla Chávez, Sarkozy, la plata del narcotráfico, la plata del tráfico de armas, el poder político? Nada es gratis y menos en política.
Como siempre las FARC no tienen nada que perder en materia de imagen, pues les importa nada lo que millones de colombianos piensan y sienten. Han hecho con nosotros lo que les ha dado la gana y les da igual, pues siempre existirán aquí y en otros continentes quienes por algún interés oculto apoyen la causa asesina de la guerrilla. La estrategia de la Farc es la misma que la de Reagan en los ochenta, cuando en plena guerra fría adoptó el papel de perro rabioso loco de remate, que sería capaz de cualquier cosa. Si se está loco se puede hacer lo que quiera y no importa, pues en esas condiciones no se es dueño de si mismo. Por eso el asesinato de los diputados a pesar de causar un repudio generalizado no afectó a la guerrilla ante los ojos de mucho, incluidos Chávez y cia.
Increíble que siendo los de las Farc los que secuestran, extorsionan, trafican, matan, y en resumen, van en contra de toda definición de la palabra humanitario, sean como un fantasma intocable. Al punto que hablar con las Farc es un imposible y la única salida sea volcarse contra el gobierno para pedir lo que sólo las Farc pueden hacer (dejar de extorsionar, secuestrar, asesinar, etc), condenando unilateralmente cual síndrome de Estocolmo colectivo.
Que sigue en este cuento de locura?
Esto es solo el comienzo, y lo que sigue es bueno:
Este es un momento clave, el gobierno tiene que demostrar verdadero liderazgo y crear opciones, dejar de ser pasivo receptor de propuestas para ofrecer salidas de verdad. Y hay que analizar si realmente las Farc quieren la paz, si realmente se puede negociar con ellos, si en este mundo en que vivimos, en este país, es posible salirse de toda la retórica rancia que manejan los grupos terroristas y sus ciegos seguidores, y ver qué es lo que realmente queremos y cómo vamos a lograrlo. En esta vida, no en cien años.
En estos momentos hay que ser claros y preguntar objetivamente: qué quiere Chávez? Plata? Poder? Anexarse a Colombia? Desestabilizar al gobierno colombiano? Todo lo anterior? Chávez se destapó, confirmó lo que es y quedó claro que quiere lograr en gran parte todo lo anterior y a través de las FARC. Igual Piedad Córdoba. Presionando para un despeje y utilizando a los secuestrados como mercancía para lograr un fin político y decir que lo que se hace es un trabajo humanitario no es solamente cínico, sino que el término adecuado para estos casos es maquiavélico.
Los sucesos de las últimas semanas no caben ni en la novela más absurda jamás escrita. Con la liberación de 2 secuestradas, las Farc y Chávez pensaron que iban a lograr una gran movida política favorable para ellos, pero les salió el tiro por la culata: ahora existe unidad en contra de Chávez, se demostró que no se necesita un despeje para liberar secuestrados, y la gente llegó a un punto de hastío y repudio contra las Farc.
La siguiente movida en este ajedrez le toca a Colombia, que ya está moviendo las fichas del caso y recibiendo apoyo internacional en contra de la guerrilla y Chávez. Cuál será la siguiente movida de Chávez? Seguro seguirá insultando a Colombia (ojo: cuando Chávez sale con su diarrea verbal, no lo hace en contra de Uribe, lo hace en contra de Colombia entera); seguirá hablando a favor de su camarada Marulanda; seguirá usando a los familiares de los secuestrados para su beneficio; tratará de presionar por todos los medios que tenga a su alcance, pagando políticos y periodistas colombianos (entre otros) para que se venda su agenda política aquí en Colombia y se haga su voluntad; y utilizará retaliaciones del tipo comercial además del político, con llamada de embajador a consulta y todo el circo del caso.
Las circunstancias actuales van mucho más allá de lo que parece. Qué tienen que ver realmente en todo esto de la guerrilla Chávez, Sarkozy, la plata del narcotráfico, la plata del tráfico de armas, el poder político? Nada es gratis y menos en política.
Como siempre las FARC no tienen nada que perder en materia de imagen, pues les importa nada lo que millones de colombianos piensan y sienten. Han hecho con nosotros lo que les ha dado la gana y les da igual, pues siempre existirán aquí y en otros continentes quienes por algún interés oculto apoyen la causa asesina de la guerrilla. La estrategia de la Farc es la misma que la de Reagan en los ochenta, cuando en plena guerra fría adoptó el papel de perro rabioso loco de remate, que sería capaz de cualquier cosa. Si se está loco se puede hacer lo que quiera y no importa, pues en esas condiciones no se es dueño de si mismo. Por eso el asesinato de los diputados a pesar de causar un repudio generalizado no afectó a la guerrilla ante los ojos de mucho, incluidos Chávez y cia.
Increíble que siendo los de las Farc los que secuestran, extorsionan, trafican, matan, y en resumen, van en contra de toda definición de la palabra humanitario, sean como un fantasma intocable. Al punto que hablar con las Farc es un imposible y la única salida sea volcarse contra el gobierno para pedir lo que sólo las Farc pueden hacer (dejar de extorsionar, secuestrar, asesinar, etc), condenando unilateralmente cual síndrome de Estocolmo colectivo.
Que sigue en este cuento de locura?
Esto es solo el comienzo, y lo que sigue es bueno:
- Chávez vuelve a meterse y vuelve a insultar a Colombia.
- El gobierno colombiano se defenderá, pero muchos dentro del país van a decir que no es la manera de responder, que tengamos calma, que le creamos a Chávez.
- Como la idea es llevar a la esquina a Colombia, habrá mucha presión desde varios frentes para que el gobierno ceda ante todas propuestas de las Farc y acepte lo que sea.
- Se necesitará el apoyo de todo el país, sin importar el partido político, religión, o lo que sea, para erradicar a las Farc. Pero aquí, será imposible: por ejemplo, ya salieron Gaviria y Borja atenuando los términos y sin una condena vertical y firme contra las Farc.
- Se pedirá a gritos una zona de despeje. Se otorgará, sólo para ver el mismo “show” de siempre, donde las Farc seguirán dilatando eternamente las negociaciones mientras continúan secuestrando y atendiendo el negocio de las drogas.
- El libreto de las Farc no cambiará y anunciarán que van a liberar a algunos “retenidos”; como siempre, no lo harán con carácter humanitario, sino para mantener sus macabras cuentas en equilibrio -o mejor, ganancia- de liberar a dos para secuestrar a seis la semana siguiente.
Este es un momento clave, el gobierno tiene que demostrar verdadero liderazgo y crear opciones, dejar de ser pasivo receptor de propuestas para ofrecer salidas de verdad. Y hay que analizar si realmente las Farc quieren la paz, si realmente se puede negociar con ellos, si en este mundo en que vivimos, en este país, es posible salirse de toda la retórica rancia que manejan los grupos terroristas y sus ciegos seguidores, y ver qué es lo que realmente queremos y cómo vamos a lograrlo. En esta vida, no en cien años.
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