Tuesday, December 14, 2010

Una corta historia real

Una mañana soleada en Bogotá, el tráfico imposible; una calle de doble vía, el carril de ida trancado, el de venida desocupado; una intersección unos metros hacia adelante. Todo hacemos la fila pacientemente en el carril de ida, esperando y sabiendo que en cualquier momento aparecerá el conductor ebrio de si mismo que adelantará la fila entera acelerando en contravía. Veo por el espejo retrovisor y, fiel a las circunstancias, entra en escena el que hará la contravía. Una busetica verde, la maneja un tipo con cara de asesino. Acelera, ni siquiera previene. Y también fiel a la misma escena, aparece un carro pequeño en la intersección, a tomar su vía. Le pita, lo esquiva. El del carro pequeño le increpa; el de la busetica con cara de asesino baja el vidrio, le grita, suelta un par de insultos con cara de risa; el del carrito saca un spray y como un dulce perfume de caricatura, la nube le llega al malo y le envuelve la cabeza. El automóvil sigue su camino tranquilo, sin prisa; el otro queda envenenado con gas pimienta, sofocado, chillando, lloroso, y desubicado. Sigo manejando, divertido, pensativo, sin saber si se hizo justicia o si es el mismo actor en diferentes escenarios.

Cesar Amin

Thursday, December 09, 2010

Los Wikileaks - Venezuela y Rusia

Rusia vendió a Chávez al menos 100 sistemas antiaéreos muy sofisticados

EE UU cree que es un arma desequilibrante y negocia con Moscú las condiciones.- Putin coloca a un hombre de su máxima confianza para tratar con Venezuela

JORGE MARIRRODRIGA - El PaisMadrid - 08/12/2010

Altos funcionarios del Gobierno de Rusia confesaron el año pasado a una delegación de Estados Unidos que habían vendido a Venezuela, hasta ese momento, 100 misiles antiáereos de manejo individual, una de las armas que Washington considera más desequilibrantes en la región, según prueban los cables del Departamento de Estado. Aunque Hugo Chávez anunció personalmente la adquisición de ese armamento, nunca se había revelado la cifra ni se sospechaba que fuese tan alta.

El rearme de Venezuela y su cada vez más estrecha colaboración militar con Rusia ha desatado desde hace tiempo las alarmas en Washington que presiona a varios Gobiernos aliados y a la propia Rusia para que no vendan armas a Caracas. La razón oficial es el temor de que estas puedan acabar en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero los papeles filtrados por Wikileaks revelan además datos concretos de la presencia militar rusa en Venezuela, la adquisición de, al menos, 100 misiles Igla (aguja, en ruso) y, sobre todo, el protagonismo de uno de los hombres de mayor confianza de Putin, el viceprimer ministro Igor Sechin, en las relaciones con el país caribeño.

Uno de los peores escenarios que se manejan en Washington es que la guerrilla colombiana se haga con sistemas de defensa aérea que pueden ser utilizados por un solo hombre (Manpads) y que permiten a un combatiente derribar un aparato. EE UU considera al modelo de fabricación rusa como "uno de los sistemas de defensa antiaérea portátil más mortíferos fabricados jamás". Con estos misiles, que tienen un alcance de entre cuatro y seis kilómetros, los blackhawk que operan en Colombia serían un blanco fácil.

El seguimiento estadounidense a los Manpads se realiza al más alto nivel. En julio del año pasado, mientras Barack Obama y Dmitri Medvédev se reunían en Moscú, expertos de ambos países mantenían una reunión paralela que tuvo a Venezuela como principal protagonista. Los rusos confirmaron que habían vendido a Caracas en ese trimestre 100 misiles Igla con 90 lanzadores. Esto no descarta que Rusia haya facilitado más misiles a Chávez posteriormente. En la misma reunión, desarrollada en un clima de cooperación y amplio intercambio de información, los rusos aseguraron a los norteamericanos que las armas no acabarían en manos de terceros.

En los ordenadores incautados por el Ejército colombiano a uno de los jefes de las FARC, Raúl Reyes, aparecieron mensajes de militares venezolanos a Luciano Marín Arango, alias Iván Marquez, miembro del secretariado de las FARC, ofreciendo estas armas a la guerrilla colombiana.

Ya que no podían evitar la operación, los estadounidenses habían pedido a los rusos que los misiles antiaéreos que vendieran a Venezuela fueran del tipo que necesita una plataforma fija o un camión para su lanzamiento, pero los rusos siempre han respondido que ha sido el propio Chávez el que ha insistido en que sean individuales y portátiles.

EE UU se pensará "dos veces" sobrevolar Venezuela

Con esta adquisición, el problema para EEUU no sólo son las FARC. Fuentes consultadas por este periódico consideran que la combinación de misiles Igla, junto con el sistema antiáreo Tor M-1, ya en poder de Caracas, y los misiles S-300, cuya futura compra Hugo Chávez anunció el pasado octubre (y que, por ejemplo Moscú ha negado a Irán), hará que los aviones estadounidenses "se lo piensen dos veces" antes de disponerse a cruzar el espacio aéreo venezolano.

En esta nueva alianza entre Moscú y Caracas juega un papel fundamental el viceprimer ministro Igor Sechin, quien dirige los temas relacionados con los intereses energéticos de Rusia en todo el mundo y hombre de la máxima confianza de Vladímir Putin. Ha sido el propio Putin quien en septiembre de 2008 le ha colocado al frente de la comisión bilateral de cooperación ruso-venezolana. Sechin tiene inclinación personal por el mundo latinoamericano, habla con fluidez el portugués y se defiende en español. Los estadounidenses creen que la decisión de Putin de colocarlo al frente de la comisión reemplazando al también viceprimer ministro Alexandr Zukov, responde a la intención del primer ministro ruso de profundizar en todos los campos la relación con Chávez, incluyendo en el campo militar.

Y así, coincidiendo con el nombramiento de Sechin, dos bombarderos estratégicos rusos Tu-160 Blackjack cruzaron el Atlántico para aterrizar en la base aérea Libertador de Venezuela. Los aparatos no portaban armamento, pero el comandante general de la Aviacion Estratégica Rusa, Pavel Androsov, subrayó que los vuelos mostraban que los bombarderos rusos pueden alcanzar cualquier rincón del planeta.

Wednesday, December 08, 2010

Los Wikileaks y Colombia - los manejos de Francia

Colombia y las FARC

Sarkozy: la liberación de Betancourt a cualquier precio

El presidente francés estaba dispuesto a pagar rescate y a reunirse con el jefe de las FARC para recuperar a la rehén

El Pais - JUAN JESÚS AZNÁREZ - Madrid - 08/12/2010

La liberación de Ingrid Betancourt obsesionó tanto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, que estaba dispuesto a conseguirla previo pago de rescate. Sarkozy gestionó la intervención del entonces presidente de EE UU George Bush ante el Gobierno colombiano, y ponderó reunirse con Manuel Marulanda, Tirofijo, jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). También sugirió intercambiar a la rehén franco colombiana por otro de esa guerrilla -Simón Trinidad-, encarcelado en EE UU.

Esa fue, al menos, la información enviada a Washington por sus embajadas en Bogotá y París. Marulanda falleció en marzo de 2008, cuatro meses antes de que Colombia rescatara a Betancourt en una operación que puso fin a las triangulaciones y maniobras diplomáticas desarrolladas hasta ese momento por Francia, España y Suiza, entre otras naciones, para conseguir la liberación de la ex candidata presidencial colombiana, según los cables diplomáticos.

Durante un almuerzo con su colega norteamericano en París, hace dos años, el embajador de Bogotá, Fernando Cepeda, atribuyó la obsesión de Sarkozy por Ingrid Betancourt a su enemistad con el ex primer ministro Dominique de Villepin, muy amigo de la secuestrada desde sus tiempos de estudiante en la capital francesa. El objetivo de Sarkozy sería demostrar que él "podría conseguir lo que Villepin (después de tremendos esfuerzos) no pudo", según un cable. La embajada norteamericana coincide con esa apreciación.

La obsesión del gobernante, que promovió la mediación de Hugo Chávez, llegó a tal extremo que, de acuerdo con un despacho que cita como fuente al entonces encargado de negocios español, Pablo Gómez de Olea, los franceses "están preparados para actuar sin la autorización o conocimiento del Gobierno de Colombia". "Dice (Olea) que los franceses pagarían gustosamente por la liberación de Betancourt y aceptarían promover la eliminación de las FARC de la lista de organizaciones terroristas". Los franceses pusieron a España en la disyuntiva de apoyar a Francia o a Colombia, según Olea. "Nos dijo que los suizos eran más moderados que los franceses, pero que también eran capaces de actuar sin el consentimiento del Gobierno colombiano".

La influencia de Bush

El asesor para asuntos americanos del Elíseo, Damien Loras, reconocía además que Sarkozy pensaba pedir la mediación del presidente George Bush. "Le pedirá que use su influencia para convencer a Uribe de que ceda espacio a Francia a fin de que trabaje en la liberación de los rehenes".

Las concesiones promovidas por París fueron de envergadura. Sus emisarios pidieron a Uribe que liberara a 200 presos de las FARC para activar las negociaciones hacia la liberación de Betancourt, según los informes diplomáticos. Durante su reunión con funcionarios norteamericanos en París, el consejero del Ministerio de Exteriores francés para Asuntos Americanos y Asiáticos, Evan Nguyen Binh, preguntó si Estados Unidos estaría dispuesto a liberar a Simón Trinidad, el cerebro financiero de las FARC, extraditado de Colombia a EE UU en el 2005, supuestamente a cambio de Betancourt. La embajada "rechazó inequívocamente esta sugerencia", subraya un cable fechado el 19 de septiembre del 2007.

No terminó ahí el atrevimiento de París. Según el Comisionado Colombiano para la Paz, Luis Carlos Restrepo, el entonces ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, propuso a Uribe, en dos ocasiones, incluir a Venezuela en un grupo de países encargado de gestionar el intercambio de rehenes, pero el presidente colombiano rechazó la propuesta. Tres meses antes de la liberación de Betancourt, en abril del 2008, el entonces comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Freddy Padilla de León, comunicó al embajador estadounidense, que el Gobierno de Uribe no se opondría a una "operación humanitaria" de Francia destinada a conseguir la puesta en libertad de la rehén, supuestamente muy enferma. Aunque Padilla descartaba que los franceses pudieran tener acceso a Betancourt, dijo que el Gobierno de Colombia iba a facilitar la operación para evitar que se le culpara de su eventual fracaso. Uribe "aceptó dejar que Francia utilizara pistas de aterrizaje colombianas, sobrevolara las zonas que quisieran y asistirla en cualquier otra medida tendente a conseguir la liberación de Ingrid Betancourt" No autorizaría, sin embargo, el uso de helicópteros venezolanos y la entrada de Chávez en la operación. La operación no se llevó a cabo.

¿Por qué Uribe perdió la confianza en Chávez? De acuerdo con el comisionado Restrepo, el presidente venezolano la perdió al no respetar las reglas establecidas por el presidente Uribe para permitir su presencia en la negociación de un acuerdo humanitario con las FARC. Chávez reveló conversaciones confidenciales con Uribe, violó la "jerarquía institucional colombiana" al hablar directamente con el general Mario Montoya y "trató de marginar al Gobierno de Colombia al preparar reuniones en Caracas con una serie de políticos colombianos, entre ellos el ex presidente Ernesto Samper", de acuerdo con otro despacho enviado a Washington.

Monday, November 29, 2010

The New Face of Warfare

... "while smart machines are already very much a part of modern warfare, the Army and its contractors are eager to add more. New robots — none of them particularly human-looking — are being designed to handle a broader range of tasks, from picking off snipers to serving as indefatigable night sentries."

Click on the following link for a new generation of Robotic Weapons.

Published: November 27, 2010, N.Y. Times

Friday, November 05, 2010

La izquierda y Vargas Llosa

JAVIER CERCAS 17/10/2010
El Pais

Ahora que han pasado unos días desde la concesión del Nobel a Mario Vargas Llosa ya podemos decir lo obvio: el premio tiene la importancia que tiene, pero nada más. Nada más, claro está, para la obra de Vargas Llosa, a la que ni quita ni añade una coma, no quizá para sus lectores ni para la Academia Sueca, que a juicio de muchos lo necesitaba con urgencia: al fin y al cabo, desde el punto de vista estrictamente literario este premio solo es, como ha dicho Rodrigo Fresán, un retorno a la cordura. Así que, aunque el Nobel no cambie en nada lo esencial, al menos hay que celebrar ese retorno; un retorno que, además, ha provocado interesantes efectos secundarios. Por ejemplo, la alegría indisimulable de los lectores corrientes de Vargas Llosa, muchos de los cuales parecían recién salidos del armario tras un largo encierro: de hecho, a ratos daba la impresión de que a todos les hubieran dado el premio, y de que para ellos sí era importante. No es algo tan frecuente, desde luego; no es algo que yo notara por ejemplo cuando se le conceció el Nobel a Cela, cosa que puede deberse solo a que los méritos literarios de Cela no son equiparables a los de Vargas Llosa, y no necesariamente a que esos lectores sintieran que Cela era un hombre opuesto a Vargas Llosa en casi todo, pero sobre todo en esto: aunque casi siempre pareció nadar contra corriente, Cela siempre o casi siempre nadó a favor de la corriente. Ese es otro de los efectos secundarios que ha tenido el premio: ha mostrado de nuevo que, aunque a algunos les parezca que nada a favor de la corriente, Vargas Llosa siempre o casi siempre ha nadado contra corriente.

Uno de los comentarios que más hemos leído estos días en los periódicos a propósito del nuevo Nobel ha sido el siguiente: "Admiro sus obras, pero no siempre comparto sus ideas". Dicha así, la frase es extraña, o a mí me lo parece: si ni siquiera comparto siempre mis propias ideas, ¿cómo voy a compartir siempre las de otra persona? Pero en el fondo todos sabemos que la salvedad alude a algo distinto: al hecho de que Vargas Llosa es considerado, en tanto que intelectual -es decir, en tanto que escritor que interviene con sus escritos en la cosa pública-, como un conservador, como un hombre de derechas, si no como un reaccionario o como un autoritario. La prueba es que los matices a su premio siempre los ha puesto la izquierda, mientras que la derecha lo ha recibido como un premio a uno de los suyos; mejor prueba aún es el hecho de que esa reputación es la causa más probable de que la Academia Sueca solo le haya dado este año un premio que merecía desde hace 30. Pues bien, lo que habría que decir de entrada sobre este asunto es que, seao no un intelectual de derechas, Vargas Llosa es un intelectual singular. Primero porque siempre ha servido a las causas que defiende y nunca se ha servido de ellas. Segundo porque siempre está dispuesto a contrastar sus ideas con la realidad y, si la realidad lo exige, a rectificarlas. Tercero porque en su evolución política desde las simpatías revolucionarias de su juventud hasta el liberalismo actual hay una coherencia profunda, como comprobará quien se dé el gusto de leer los volúmenes sucesivos de Contra viento y marea, donde entre otras cosas hallará una descripción razonada de esa trayectoria y, por ahí, un instrumento indispensable para entender la vida intelectual de los últimos años. Y cuarto -esto es un corolario de lo anterior, y quizá también lo más importante- por una cuestión digamos de estilo. Como pensador, como polemista, Vargas Llosa es un liberal de verdad: nunca confunde, según diría Alejandro Rossi, un error intelectual con un error moral; es decir, nunca ataca a las personas sino a las ideas de las personas -nunca considera que un hombre equivocado es un hombre inmoral-; y, cuando ataca las ideas, nunca lo hace caricaturizándolas, es decir debilitándolas, lo que en un pensador es síntoma de intolerancia y de impotencia, cuando no de vileza, sino exponiéndolas con la máxima fuerza, rigor y nitidez para luego lanzarse a refutarlas en buena lid y en campo abierto. Esto no es de derechas ni de izquierdas, ni reaccionario ni progresista: esto es algo que está mucho antes que todo eso y se llama honestidad y coraje.

Pero hay más. El mejor artículo sobre Vargas Llosa que he leído tras la concesión del Nobel apareció en este periódico y lo firmó Juan Gabriel Vásquez, que no en vano es un heredero legítimo de Vargas Llosa (háganse un favor y compruébenlo leyendo su novela Los informantes). El artículo se titula El malentendido Vargas Llosa y, como corre el riesgo de haber quedado enterrado entre la hojarasca que hemos publicado otros, me permitiré recordar su contenido. Vásquez sostiene que solo quien no ha leído a Vargas Llosa o lo ha leído con anteojeras puede afirmar que es un intelectual de derechas o conservador, no digamos reaccionario o autoritario, porque la verdad es que "pocos como Vargas Llosa han defendido las ideas que la mejor izquierda ha reclamado tradicionalmente para sí". No solo lo ha hecho en sus novelas, furiosos alegatos contra el fanatismo, contra el autoritarismo, contra el militarismo, sobre todo contra los abusos del poder; también lo ha hecho en sus ensayos y artículos, donde ha defendido la libertad individual, el derecho al aborto, la igualdad para los homosexuales, la legalización de la droga y donde ha atacado el nacionalismo de cualquier especie (y no solo, paisanos catalanes, el nacionalismo catalán). Por supuesto, no todas las ideas de Vargas Llosa -y en particular su liberalismo económico, por cierto menos radical y desde luego mucho menos ingenuo y más elaborado de como lo pintan sus detractores- parecen inmediatamente útiles o aceptables para la izquierda; pero lo que me parece seguro es que es imposible que la izquierda salga del atasco ideológico y la consiguiente parálisis práctica en que lleva mucho tiempo metida si no es capaz de discutir con seriedad ideas como las de Vargas Llosa, si no deja de demonizarlas sin esforzarse en entenderlas, si no olvida sus nostalgias autoritarias y su complacencia con tiranías y nacionalismos, si no acepta sin resignación que no hay justicia sin libertad y no entiende con entusiasmo que la democracia debe conseguir que libertad y justicia, esas dos verdades contradictorias -por usar la expresión de Isaiah Berlin que aprendimos en Vargas Llosa-, acaben conviviendo con armonía. Regalarle Vargas Llosa a la derecha es un pésimo negocio para la izquierda, igual que fue un pésimo negocio regalarles Orwell y Camus, que nunca quisieron saber nada de la derecha. De ahí, me parece, vienen muchos de los males del pensamiento de la izquierda: de su sectarismo, de su rigidez, de su miedo a salirse del camino trillado, de su miedo a afrontar la realidad como es para cambiarla, de su miedo a la izquierda autoritaria, obsoleta, fracasada y cerril que parece la mala conciencia de la mejor izquierda. En cuanto a mí, solo diré que si la izquierda no es capaz de atender a las razones de Vargas Llosa y hacer suyo lo que tiene de izquierdista -igual que si no es capaz de hacer suyo lo que tienen de izquierdistas Orwell y Camus-, que empiece a pensar en borrarme de la lista.

El Tiempo

Qué tristeza que el El Tiempo cada vez se pueda leer menos; y lo paradójico es que así lo hicieron para que lo pudieran leer más…