...viene la calma. Pero no esta vez. Metidos en plena batalla diplomática en varios frentes, con ruptura de relaciones simultáneas con tres países, todo se enfoca en las discusiones políticas. Que ya está lista la comisión exploratoria de la OEA, que ya no es condena, que legítima defensa, que Francia o beligerancia, que las últimas consecuencias: todo esto es parte de la tormenta en que nos encontramos. Creada por la incursión del ejército colombiano en Ecuador, esta tempestad pasa por términos diplomáticos y políticos de embajadores por un lado, a la acostumbrada chabacanería barriobajera por el otro. La gritería se ha centrado, como era de esperarse, en la violación territorial. (Hay que aclarar: en la que hace Colombia y sus fuerzas armadas, pero claro, no en la que hacen las farc).
Por eso es que después de esta tormenta de declaraciones, ahora viene es un verdadero huracán. Porque si la entrada a Ecuador es grave, lo que se destapó lo es muchísimo más. Si la pelea ahora es tremenda, la que veremos será la de verdad. Que Correa y Chávez peguen alaridos y amenacen como lo han hecho, demuestra claramente el compromiso tan profundo que esos gobiernos tienen con la guerrilla y que quieran desviar a toda costa la atención de los verdaderos hechos: la alianza pactada con los criminales de las farc.
Se ha llegado a un punto de no retorno, no porque Colombia haya violado territorio ecuatoriano, sino porque las pruebas de que países vecinos albergan terroristas de las farc es irrefutable. No es que las farc hayan encontrado refugio temporal y desautorizado, sino todo lo contrario. No es un solo campamento sino cientos. Y no es que se hayan hecho contactos con “fines humanitarios”, como se quiere hacer ver ahora ante la evidencia, sino que existe ayuda mutua con fines muy oscuros. Querer hablar de acuerdos con las farc por intermedio de Chávez es un absurdo, porque no es un intermediario sino que ya es una de las partes del conflicto. Para los que querían un brazo político de las farc, les presento a todo el gobierno de Chávez.
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El manejo que ha hecho el gobierno colombiano de esta crisis ha sido hasta ahora impecable. Decir que se ha improvisado es una ligereza sin fundamento. Este golpe contra la cúpula de las farc no fue azar. Y las consecuencias de este tipo de incursión se estudiaron y asumieron con la seguridad de que se demostraría algo que pesaría muchísimo más. Y así ha quedado demostrado. Afirmar que Uribe ha sido imprudente con prácticamente la única pronunciación que hizo recientemente sobre Chávez, es en sí una imprudencia que raya en la ignorancia. Porque no es un tema meramente personal del presidente Uribe el afirmar que a la luz de los hechos se hará lo posible para llevar a Chávez a la Corte Penal Internacional. No es un capricho, es ante todo un deber como Presidente de la República el denunciar por medios jurídicos este tipo de asociación. Y no es una opción que pueda ejercer o no, sino un mandato que le da la Constitución.
Mañana Uribe en la Cumbre de Río en República Dominicana llevará como souvenirs más y más pruebas. Así que preparémonos para más provocaciones, para una declaración de beligerancia por parte de los tres amigos, para la negación sistemática de la evidencia, y como siempre, a los ataques internos, que camuflados, lo único que pretenden es mantener porción asegurada del pastel. Que días se nos vienen encima!
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