En caso que nos hayamos olvidado de lo que vimos en directo hace exactamente cinco años –como si fuera posible- se conmemora por todos los medios la fecha que marcó la historia moderna. Se repiten constantemente las secuencias de los aviones, el desmoronamiento de los edificios, los bomberos y los escombros. Se habla infinitamente de como estos ataques cambiaron el mundo; parecería que no queda nada por decir, nada más que escribir. Pero qué ha pasado en estos cinco años? Tenemos menos terrorismo? Y todas esas imágenes han acaso podido disminuirlo?
Terrorismo, pánico, susto masivo.
Es obvio que si el objetivo del terrorista es crear el sentimiento de inseguridad y de impotencia, estos cinco años han sido todo un éxito: la paranoia en los aviones ha alcanzado tristes niveles de caricatura, donde una botella de agua desencadena una tormenta de sospechas; la intolerancia religiosa parece dirigida por el mismísimo Torquemada; prisioneros sin derechos desaparecidos por sospechosos; países enteros destruídos. Esto es sólo una parte de lo que ha logrado no el terrorismo por si mismo, sino la famosa guerra en su contra. No es cierto que nos sentimos más seguros. No es cierto que estamos más tranquilos. Al contrario, si algo ha pasado en estos primero años del siglo XXI es el susto generalizado. La guerra se está perdiendo. Y si no, a todas estas, dónde está Osama?
Monday, September 11, 2006
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment