Siempre por estas épocas, cuando el año llega a su fin, ya es prácticamente un ritual ver los resúmenes del año, los análisis, las predicciones, y claro, la elección de los “personajes del año”. La elección de este personaje no es nada fácil, pues al igual que los reinados de belleza, cada ciudad, pueblo y vereda tiene sus nominados. Después de muchas deliberaciones y votaciones, los resultados ya están listos y este año el “personaje del año” en Colombia será nuevamente el alcalde Lucho. Si, será un titulo que recibirá por segundo año consecutivo (un logro sólo alcanzado por Belisario, Pernito y Pambelé en su momento) pero Lucho lo merece y así pues mayor el mérito.
Y es que según los entendidos que estuvieron involucrados activamente en el proceso de decisión, el alcalde Lucho siguió impulsando el transmilenio, prometió comprar varias tapas de alcantarilla, llevó salud a su hogar como a diez familias y en resumen, estuvo muy pendiente de lo social. Además, como si todo lo anterior fuera poco, siguió involucrado en el mundo de la moda, marcando la pauta en las pasarelas internacionales popularizando el saquito de cuello de tortuga y lo que para el 2006 las grandes marcas de Haute Couture ya han bautizado como sus colecciones “mamerto’s look”.
Pero este año tal vez lo más sorprendente de la gestión del alcalde fue que sacó tiempo de su complicadísima agenda para estar en todas partes, muy al estilo del Presidente Uribe. Ha sido tal la sorpresa que en estos días no es raro oír por las calles capitalinas la expresión de “nos clonaron al Lucho!”. Estuvo tan activo que hasta tuvo tiempo de salir en la película de Charlie y la fábrica de chocolate, actuación por la que no cobró ni un centavo – Willy Wonka y yo somos amigos desde la época en que le sindicalicé la fábrica, y cuando me pidió hacer la película no lo dudé ni un instante –dijo el alcalde Lucho. Como siempre, Lucho se ha comprometido a luchar por lo social, y ahora a raíz del éxito de la película lo hace específicamente con su proyecto bandera “salva a los oompa-loompas” grupo étnico con el cual tiene una estrecha relación –me siento muy identificado con ellos, -dijo ante el publico de su nuevo show Aló Lucho! y parafraseando a Kennedy concluyó emocionado “yo soy un oompa-loompa!”.
Buena esa Lucho!
Y es que según los entendidos que estuvieron involucrados activamente en el proceso de decisión, el alcalde Lucho siguió impulsando el transmilenio, prometió comprar varias tapas de alcantarilla, llevó salud a su hogar como a diez familias y en resumen, estuvo muy pendiente de lo social. Además, como si todo lo anterior fuera poco, siguió involucrado en el mundo de la moda, marcando la pauta en las pasarelas internacionales popularizando el saquito de cuello de tortuga y lo que para el 2006 las grandes marcas de Haute Couture ya han bautizado como sus colecciones “mamerto’s look”.
Pero este año tal vez lo más sorprendente de la gestión del alcalde fue que sacó tiempo de su complicadísima agenda para estar en todas partes, muy al estilo del Presidente Uribe. Ha sido tal la sorpresa que en estos días no es raro oír por las calles capitalinas la expresión de “nos clonaron al Lucho!”. Estuvo tan activo que hasta tuvo tiempo de salir en la película de Charlie y la fábrica de chocolate, actuación por la que no cobró ni un centavo – Willy Wonka y yo somos amigos desde la época en que le sindicalicé la fábrica, y cuando me pidió hacer la película no lo dudé ni un instante –dijo el alcalde Lucho. Como siempre, Lucho se ha comprometido a luchar por lo social, y ahora a raíz del éxito de la película lo hace específicamente con su proyecto bandera “salva a los oompa-loompas” grupo étnico con el cual tiene una estrecha relación –me siento muy identificado con ellos, -dijo ante el publico de su nuevo show Aló Lucho! y parafraseando a Kennedy concluyó emocionado “yo soy un oompa-loompa!”.
Buena esa Lucho!
El Alcalde Lucho en su nueva “oficina inteligente”en el Palacio Liévano.